Este tratamiento se adapta a cada tipo de piel y suele incluir los siguientes pasos:

1. Limpieza profunda para eliminar impurezas y preparar la piel.
2. Exfoliación suave para retirar células muertas y mejorar la absorción de los activos hidratantes.
3. Aplicación de sérums y mascarillas hidratantes con ácido hialurónico, colágeno o ingredientes naturales según las necesidades de la piel.
4. Masaje facial para activar la circulación y potenciar la absorción de los productos.
5. Finalización con crema nutritiva y protector solar, dejando la piel suave, luminosa y protegida.

Cada sesión dura aproximadamente 45 a 60 minutos, y se recomienda realizarla una vez al mes para mantener la piel hidratada y saludable.