Es una técnica manual que ayuda a disminuir medidas y moldear la figura mediante movimientos firmes, rápidos y profundos. Está diseñado para romper depósitos de grasa localizada, activar la circulación y mejorar la elasticidad de la piel, logrando resultados visibles en pocas sesiones.
El masaje se aplica con maniobras vigorosas, como amasamientos, pellizcos y fricciones, en zonas específicas como el abdomen, cintura, muslos, glúteos y brazos. Se utilizan cremas reductoras o aceites especiales para potenciar los efectos del tratamiento.
Para obtener mejores resultados, se recomienda complementar el masaje con una alimentación balanceada, hidratación adecuada y actividad física regular.
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